En la mágica montaña de Montserrat se cultiva una variedad única de olivos, con los que se elabora el aceite de oliva virgen Montserrat. Cuando desde la abadía nos pidieron elaborar un proyecto de labeling decidimos combinar dos valores para dar forma a la su imagen, la tradición y el origen. Una simbiosis que se hace evidente en una botella que nos transporta a Montserrat y a la sosegada forma de hacer de los monjes que habitan el monasterio.
La exclusividad, otro valor representado, se hace patente mediante la firma del somelier y la numeración de cada botella.